miércoles, 10 de noviembre de 2010

Multiplicidades de B

Brian nació siendo Hugo y todos lo llamaban Pablo.

Era un bebé tranquilo que lloraba muy poquito y siempre en los momentos adecuados. Nunca a medianoche, por ejemplo, o cuando veía que sus papás estaban muy ocupados. Era como si durante sus primeros años de vida, a pesar de ser el centro de la familia, él se hubiera amoldado a las necesidades del resto y no al revés.

Cuando entró al jardín, al conocer otros chicos de su edad, una parte de Pablo-Brian-Hugo se convirtió en Bruno. Las maestras le contaban a los padres cómo su hijo dirigía el juego de sus compañeros y se enojaba cuando los demás no querían hacer lo mismo que él,cómo le costaba compartir sus juguetes y que en varias ocasiones lo habían encontrado mordiendo a algún compañerito que tenía algo que él quería. No puede ser, pensaban los papás para adentro mientras asentían con preocupación.

Bruno fue creciendo y en sala de cuatro conoció a una maestra que despertó al Lucas que hasta ese momento no había aflorado en él. Fue cambiando lentamente la actitud hacia sus compañeros y empezó a hacerse más amigos. Los papás veían el cambio como algo natural, porque para ellos Lucas era más parecido al Pablo que ellos conocían y Bruno en cambio les parecía totalmente ajeno.

A mediados de primer grado, por primera vez Bruno-Lucas -Pablo -Brian se dio cuenta de que Hugo le iba a servir también en la escuela. Aprendió rápidamente a leer lo que querían sus maestros y empezó a destacarse por su orden y su cumplimiento. Había que usar la regla? La usaba. La fecha se escribe con color? Así lo hacía... era tan fácil como ser un buen hijo.

Pablo -Brian-Lucas-Bruno-Hugo...

Quién hubiera pensado que podía ser también Ariel? Ja! Imposible imaginarlo antes del proceso que hizo en terapia. Fue una personalidad que emergió de a poco pero cada vez con más fuerza.

Hubo un momento en que Hugo incluso estaba convencido de haber dejado de serlo. Creía ahora ser exclusivamente Ariel y se sorprendía cuando determinada situación volvía a despertarle el Bruno que por supuesto también habitaba en él.

A los 18 años, en un cumpleaños de un amigo, conoció a una chica (Clara-Jimena-Paola-Mabel). En ese encuentro, por arte de magia, cada uno devino la persona de la que el otro se enamoró. No fue tanto que Bruno-Brian-Hugo-Lucas- Pablo -Ariel se hubiera enamorado de Clara-Jimena-Paola-Mabel. En realidad fueron Gerardo y Ana los que nacieron y se enamoraron en ese momento. Un amor que duró cien años y mutó mil veces: Gerardo y Ana, Lorena y Gabriel, Julian y Mirta, Matías y Teresa, Silvana y Ezequiel, Lucrecia y Martín, Damián y Marcela, Esperanza y Manuel, Estefanía y Juan Cruz...


2 comentarios:

  1. me siento mil en uno!! muy bueno! y muy bueno el recurso final de los nombres!!!

    beso!

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  2. muuuuuy hermoso, muy deleuzeano. Gran espejo me resultó!

    A Lusma y la multiplicidad de personajes con que convive a diario le encantan tus escritos

    gracias por tu generosidad de compartirlos

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