martes, 26 de julio de 2011

Ascenso

Una parte de mí va a cumplir 52 años la semana que viene.
Me intriga saber los efectos que tendrá semejante salto en mis otras partes,
las más mías,
que todavía tienen 28 y sin intenciones de salir de ahí.

Impresentable

Me quedé sin medias limpias.
Y en vez de lavar algunas,
me compré más.

domingo, 24 de julio de 2011

En vacaciones de invierno, todos los días son domingo.

(Podría ser la continuación de O no que sí?)

sábado, 23 de julio de 2011

frases familiares III

Mi abuela veía poco. Por esa razón había que guiarla al caminar y nos turnábamos entre todos para hacerlo.
Un día (yo debía tener 8 años y algún tipo de problema para reconocer cuáles son las cosas que se dicen en voz alta y cómo se dicen), bajamos del auto y teníamos que caminar una cuadra.
De manera espontánea, grité: "yo manejo a la abu!".
(?¡)


"Yo manejo a la abu" es, sin dudas, una frase familiar que quedó para el recuerdo y que repetimos a veces, sin ninguna connotación particular, sólo para decirla y traer de nuevo el momento acá.
Cuando dejaba un mensaje en el contestador de mi casa, siempre aclaraba que era ella la que llamaba -como si su forma de hablar, su tono turco, sus palabras en ladino, su voz tan de ella, no lo hicieran evidente-.
Y como yo había grabado el mensaje, me hablaba a mí: "Cynthia, mamita, es la abuela...sabés que te llamaba porque necesito que le digas a tus papás...." - Como si ellos no la escucharan-.
"Te vas a acordar?", podía decir. -Como si hablara personalmente conmigo-.
Dudé muchas veces si entendía de verdad cómo funcionaba el tema de los contestadores automáticos... Como si importara.

jueves, 21 de julio de 2011

Hipocondria

Quizás este miedo absurdo cuando se me duerme el brazo izquierdo.
O tal vez la desconfianza con la que miro los lunares que ya conozco de memoria,
Quizás esta manía de ir a la guardia más de tres veces por año.
O tal vez la seriedad con la que respeto mis resfríos.

Puede ser que por ahí ninguna de esas cosas sean señal de tenerle miedo a alguna enfermedad.

Quizás la paranoia si no lavé bien la verdura.
O tal vez la somatización de todos los síntomas del dengue.
Quizás la certeza de que esta vez sí es terminal la fiebre.
O tal vez googlear “caida de pelo recurrente”.

Puede ser que por ahí ninguna de esas cosas sean señal de tenerle miedo a la muerte.

Quizás la atención con la que leo las contraindicaciones de cualquier remedio.
O tal vez la inquietud con la que examino los resultados de los análisis de sangre.
Quizás el tiempo que paso pensando en todas estas cosas.
O tal vez la energía que coloco en descartar cualquier “desperfecto”.

Puede ser, por ahí, que nada de esto sea miedo a la enfermedad o a la muerte.
Si no, simplemente, todo lo contrario.
Quizás la energía, el tiempo, la inquietud, la atención, la certeza, la somatización, la paranoia, la seriedad, la desconfianza y el miedo, no sean más que algunas formas de no enfrentarme a las ganas, la excitación, el disfrute, la felicidad, la incertidumbre, la alegría, la evolución, el deseo y el amor que sólo son posibles en vida.

martes, 19 de julio de 2011

Oiga...

En el primer encuentro, el homeópata me preguntó:
-Antes eras delgada?
Y yo pensé: me dijo gorda!


También me preguntó si le tenía miedo al fracaso.
-Obvio!, le dije
Pero a él no le pareció obvio...según parece soy un caso típico de phosphorum...

sábado, 16 de julio de 2011

metáfora

Para explicar algunas características de mi personalidad, siempre me resultó clara la siguiente anécdota:
"De chiquita, cuando jugaba al wonderboy, odiaba que me toque la patineta".

domingo, 10 de julio de 2011

jueves, 7 de julio de 2011

Ok... lo tengo en cuenta...

No hay que temer a las sombras. Sólo indican que en algún lugar cercano resplandece la luz. (Ruth Renkel)

domingo, 3 de julio de 2011

"Miro, frágil,
el dulce milagro
de tenerte.
Despierto y mágico,
corazón y cuerpo,
breve respiro
de esta soledad"