Cuando ya me estaba acostumbrando a este exceso que es India
y a la superposición que logra siempre de todo con todo.
Y ya aceptaba más el picante,
y no me llamaban la atención ni vacas ni monos.
Cuando empezaba a pensar
que me iba justo cuando la tenía clara...
Llegué a Varanasi
que cada dos por tres
te pega una piña en la cara.
y a la superposición que logra siempre de todo con todo.
Y ya aceptaba más el picante,
y no me llamaban la atención ni vacas ni monos.
Cuando empezaba a pensar
que me iba justo cuando la tenía clara...
Llegué a Varanasi
que cada dos por tres
te pega una piña en la cara.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
apunto