lunes, 27 de diciembre de 2010

Pura vida

En la otra cuadra de mi casa hay gente golpeando cacerolas, balcones y postes de luz.
O sea que algo pasó.
Sin miedo a equivocarme, especulo un poco más: algo LES pasó.
Se habían quedado sin luz.
O sea: suelen tener luz!
O sea: se quejan porque hoy no tienen luz.
La gente se queja.
O sea que están vivos.
Si algo hay de bueno en la queja es que por lo menos es una muestra de vida.

Un chico y un viejo se putean.
El viejo, martillo en mano, dale que te dale contra el poste de luz.
El pibe, no más de 16 años, le dice gorila, soberbio y le quiere pegar. No quiere pegarle de verdad, pero está enojado. Está afectado por la situación. No le da lo mismo.
A él no se le cortó la luz.
Justo camino atrás suyo y escucho que le dice a la novia: “uno, dos, tres aires!!” (señala las casas que tienen la luz cortada y cuenta la cantidad de aires acondicionados). Está indignado.
O sea: Un chico que está vivo. Que se queja de la queja del otro porque piensa que la queja debería ser otra.
Mucha vida. Y mucho enojo. Mucho ruido.

Una señora cacerolea en la esquina con otros tres vecinos. En un balcón una señora golpea su baranda. De abajo le hacen señas para que baje así pueden cortar la calle.
La señora hace gestos de haber entendido y se mete en la casa para bajar.

Vida y organización. Vida y calor. Vida y enojo.
Por lo menos, vida.
Por lo más, todavía no sabemos... quizás mañana. Ojalá mañana.
Ojalá más vida. Pero vida juntos.


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