jueves, 27 de octubre de 2011

frases familiares IV

De chiquita, con mi familia, nos fuimos de vacaciones a Brasil en auto.  En la ruta, claro está, tuvimos que cargar muchas veces nafta. Por cada carga que realizábamos en las estaciones de servicio Ipiranga nos daban un sticker y con x cantidad de sticker llegabas a ganarte una heladerita térmica.
Durante todo el viaje mi mamá soñó con esa heladera que claramente iba a ser nuestra al final de las vacaciones.  En el último día en Brasil, en la última estación de servicio brasilera, hicimos nuestra última carga de nafta que nos alcanzó para un sticker menos de lo necesario para llegar a la heladera... mi mamá estaba convencida de que se la iban a dar igual. Rogó, trató de convencer, se enojó, pidió disculpas, dejó caer alguna lágrima...pero no.  Obtuvimos, en su lugar, un hermoso termo para mate.
Cuando mi mamá volvió al auto, derrotada, estaba con una bronca impresionante. Tanta bronca tenía que lo primero que dijo fue: "Que explote la Ipiranga!" Y lo dijo con tantas ganas que todos pensamos que quizás de verdad explotaba. Durante todo el tiempo que la estación de servicio estuvo visible, manejamos en silencio, con miedo de escuchar la explosión.

"Que explote la Ipiranga" es una frase que usamos de vez en cuando en mi familia, siempre a modo de chiste, para mostrarle al otro que se está enojando de más con alguna situación.

2 comentarios:

  1. me gusta como suena la frase "que explote la ipiranga". Un desastre por una heladerita es un poquitin desproporcionado. Son anécdotas como esa la que le ponen el toque especial a lo cotidiano.

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