Probé tantas veces,
de distintas maneras:
mejoré el ángulo,
puse el flash,
cambié el zoom.
Pero es que a veces,
no cabe la foto...
Veo un árbol,
pero no es eso.
Y el atardecer,
pero tampoco.
Ni siquiera el lago,
que debería serlo
o las luces de colores
que quedan tan bien.
Es sólo que a veces
no cabe la foto.
Cuando lo que quiero
es inmortalizar
no el paisaje
sino todo,
y en realidad no todo
sino a mí.
O mejor aún
no a mí en el paisaje
sino más bien al paisaje en mí.
En esos momentos,
no cabe la foto,
sólo cerrar los ojos
y sonreír.
(Esta foto es de mi paz en el Mekong o de la plenitud de hoy, en la mitad de Camboya. Qué lindo)
=)
ResponderEliminar¡salú!
Lucía