El lenguaje,
que siempre bordea lo que nombra,
no me deja ni siquiera
puntear el contorno de lo que viví.
Se me acumulan
las palabras en los ojos,
se me llena de oraciones la nariz.
que siempre bordea lo que nombra,
no me deja ni siquiera
puntear el contorno de lo que viví.
Se me acumulan
las palabras en los ojos,
se me llena de oraciones la nariz.
Hermoso...hermoso!
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